FACTORES DE RIESGO FAMILIARES
La literatura extranjera ha investigado ampliamente la influencia de la
familia en el desarrollo del comportamiento delictivo. Existirían varias formas
en que las características familiares influyen en la generación de
comportamiento delictivo:
- Estrés familiar: La vivencia de dificultades por parte de los tutores
responsables (por ejemplo estrés económico) genera conductas de hostilidad,
evitación, depresión, conflicto, etc., en los padres. Esto también deriva en el
aislamiento del niño, ya que se suspenden las funciones de cuidado y monitoreo
de su comportamiento.
- Estructura familiar: El crecer en familias monoparentales, ser hijo de
padre soltero y vivir en una familia de gran tamaño (más de 4 hijos), son
variables que han sido descritas como antecedentes del desarrollo de conductas
de riesgo. Por sí mismas estas variables parecen no ser un factor de riesgo,
sino que se asocian con una mayor probabilidad de que se deteriore el estilo
parental y predomine un monitoreo inadecuado.
- Abuso y negligencia familiar: El ser objeto de abuso y negligencia
pareciera predisponer al desarrollo de una personalidad sociópata más que un
comportamiento delictivo en sí. El comportamiento delictivo es un componente
que forma parte del cuadro de la personalidad sociopática y, sin embargo, no
todas las personas que infringen la ley tienen una personalidad sociopática.
Por ello el efecto puede ser más indirecto que directo.
- Estilo parental hostil, crítico y punitivo:
Se sostiene que esta variable tiene una influencia importante en
la generación y mantención del comportamiento delictivo.
Existen diferentes explicaciones de cómo la coerción y la hostilidad
parental pueden llevar al desarrollo del comportamiento delictivo:
¸ La hostilidad en las relaciones parentales promueve el alejamiento del
niño de las personas, ya que disminuye la intensidad de los lazos afectivos que
el niño establece con los individuos y la sociedad, contribuyendo al
debilitamiento del compromiso con los valores pro-sociales. En este sentido, el
maltrato por parte de los padres hacia el niño o adolescente resulta en el
desarrollo de un pobre apego con los padres. De acuerdo a la teoría de control
social de Hirschi, todas las personas tendrían una tendencia hacia la
desviación social, ya que ésta provee los medios más expeditos para satisfacer
los deseos personales. La desviación es inhibida por los lazos afectivos que
los individuos tienen hacia diversas instituciones como la familia y la
escuela. Se evitaría el comportarse de modo desviado, ya que esto arriesgaría
las relaciones sociales que son apreciadas por las personas. En este contexto,
aquellos individuos que no tienen estos lazos tienen mayor libertad para
emprender este tipo de comportamientos, ya que tienen menos que perder. Por
otro lado, la exposición crónica a patrones violentos de comportamiento puede
fomentar aceptación de tales patrones, los cuales se imitan y son reforzados
¸ El uso de un estilo parental inadecuado (duro e inconsistente) en el
manejo del comportamiento oposicionista temprano del niño moldea la ocurrencia
de conductas agresivas posteriores, ya que la frecuencia de las interacciones
coercitivas entre niños y padres aumenta progresivamente.
Los padres se vuelven crecientemente inconsistentes en sus estilos
disciplinarios, lo que contribuye al desarrollo de un comportamiento agresivo
persistente que se extiende a la escuela, generando rechazo por parte de
los pares y fracaso académico. Dadas las condiciones anteriores, se facilita
que el niño se relacione más frecuentemente con grupos de pares desviados
.
¸ La vivencia de maltrato genera sentimientos negativos que hacen más
probable que se responda con agresión al estrés. Sentimientos como la ira
se asocian con una tendencia a percibirse a sí mismo como víctima, lo que
energiza la acción del individuo, disminuyendo sus inhibiciones
.
En síntesis, respecto del ámbito familiar es posible concluir que los
padres inefectivos, que no supervisan, que son ambiguos, y cuyos métodos
disciplinarios dependen de su propio estado de ánimo más que de lo que el niño
ha hecho, no responden a las necesidades
El concepto de “desviación” se utiliza en el sentido de su origen inglés
(deviance), el que alude a apartarse de la norma.