jueves, 13 de agosto de 2015

FACTORES DE RIESGO FAMILIAR

FACTORES DE RIESGO FAMILIARES
La literatura extranjera ha investigado ampliamente la influencia de la familia en el desarrollo del comportamiento delictivo. Existirían varias formas en que las características familiares influyen en la generación de comportamiento delictivo:
- Estrés familiar: La vivencia de dificultades por parte de los tutores responsables (por ejemplo estrés económico) genera conductas de hostilidad, evitación, depresión, conflicto, etc., en los padres. Esto también deriva en el aislamiento del niño, ya que se suspenden las funciones de cuidado y monitoreo de su comportamiento.
- Estructura familiar: El crecer en familias monoparentales, ser hijo de padre soltero y vivir en  una familia de gran tamaño (más de 4 hijos), son variables que han sido descritas como antecedentes del  desarrollo de conductas de riesgo. Por sí mismas estas variables parecen no ser un factor de riesgo, sino que se asocian con una mayor probabilidad de que se deteriore el estilo parental y predomine un monitoreo inadecuado.



- Abuso y negligencia familiar: El ser objeto de abuso y negligencia pareciera predisponer al desarrollo de una personalidad sociópata más que un comportamiento delictivo en sí. El comportamiento delictivo es un componente que forma parte del cuadro de la personalidad sociopática y, sin embargo, no todas las personas que infringen la ley tienen una personalidad sociopática. Por ello el efecto puede ser más indirecto que directo.
- Estilo parental hostil, crítico y punitivo:
 Se sostiene que esta variable tiene una influencia importante en la generación y mantención del comportamiento delictivo.
Existen diferentes explicaciones de cómo la coerción y la hostilidad parental pueden llevar al desarrollo del comportamiento delictivo:
¸ La hostilidad en las relaciones parentales promueve el alejamiento del niño de las personas, ya que disminuye la intensidad de los lazos afectivos que el niño establece con los individuos y la sociedad, contribuyendo al debilitamiento del compromiso con los valores pro-sociales. En este sentido, el maltrato por parte de los padres hacia el niño o adolescente resulta en el desarrollo de un pobre apego con los padres. De acuerdo a la teoría de control social de Hirschi, todas las personas tendrían una tendencia hacia la desviación social, ya que ésta provee los medios más expeditos para satisfacer los deseos personales. La desviación es inhibida por los lazos afectivos que los individuos tienen hacia diversas instituciones como la familia y la escuela. Se evitaría el comportarse de modo desviado, ya que esto arriesgaría las relaciones sociales que son apreciadas por las personas. En este contexto,  aquellos individuos que no tienen estos lazos tienen mayor libertad para emprender este tipo de comportamientos, ya que tienen menos que perder. Por otro lado, la exposición crónica a patrones violentos de comportamiento puede fomentar aceptación de tales patrones, los cuales se imitan y son reforzados





¸ El uso de un estilo parental inadecuado (duro e inconsistente) en el manejo del comportamiento oposicionista temprano del niño moldea la ocurrencia de conductas agresivas posteriores, ya que la frecuencia de las interacciones coercitivas entre niños y padres aumenta progresivamente.
Los padres se vuelven crecientemente inconsistentes en sus estilos disciplinarios, lo que contribuye al desarrollo de un comportamiento agresivo persistente que se extiende a la escuela,  generando rechazo por parte de los pares y fracaso académico. Dadas las condiciones anteriores, se facilita que el niño se relacione más frecuentemente con grupos de pares desviados

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¸ La vivencia de maltrato genera sentimientos negativos que hacen más probable que se responda  con agresión al estrés. Sentimientos como la ira se asocian con una tendencia a percibirse a sí mismo como víctima, lo que energiza la acción del individuo, disminuyendo sus inhibiciones
.
En síntesis, respecto del ámbito familiar es posible concluir que los padres inefectivos, que no supervisan, que son ambiguos, y cuyos métodos disciplinarios dependen de su propio estado de ánimo más que de lo que el niño ha hecho, no responden a las necesidades


El concepto de “desviación” se utiliza en el sentido de su origen inglés (deviance), el que alude a apartarse de la norma.



A MANERA DE INTRODUCCION

La Delincuencia Juvenil se refiere a los delitos realizados por jóvenes o menores de edad mayoría de los sistemas legales consideran procedimientos específicos para tratar con este problema, como son los  Centros juveniles de detención y multitud de teorías diferentes sobre las causas de la criminalidad, la mayoría de las cuáles si no todas pueden ser aplicadas a las causas de los crímenes juveniles. Los delitos juveniles suelen recibir gran atención de los medios de comunicación y políticos. Esto es así porque el nivel y los tipos de crímenes juveniles pueden ser utilizados por los analistas y los medios como un indicador del estado general de la moral y el orden público en un país, y como consecuencia pueden ser fuente de alarma y de pánico moral.
Como la mayoría de los tipos de delitos, los crímenes cometidos por jóvenes se han incrementado desde mediados del siglo XX. Existen múltiples teorías sobre las causas de los crímenes juveniles, considerados especialmente importantes dentro de la criminología Esto es así, porque el número de crímenes cometidos crece enormemente entre los quince y los veinticinco años. En segundo lugar, cualquier teoría sobre las causas de la delincuencia deberá considerar los crímenes juveniles, ya que los criminales adultos probablemente habrán tenido un comienzo en la delincuencia cuando eran jóvenes.

Por otra parte, otro posible origen de la delincuencia juvenil son problemas como la  esquizofrenia, trastornos conductistas/mentales, estrés ´postraumático, trastorno de conducta o trastorno bipolar.



La investigación que hemos realizado, se ha hecho a través del estudio de campo, informándonos de cada aspecto de este problema que además de serpersonal, social y familiar es, también mundial por que la delincuencia y las drogas en todos los países avanzados y no avanzados.
La investigación básica en este trabajo sobre la delincuencia, las drogas y entre muchos más problemas que están visibles en nuestro día a día desde las familias más ricas y acomodas y hasta las más humilde y pobre, en lo personal este grupo queremos dar a conocer la problemática fundamental que existe en nuestra  sociedad como se encuentra la juventud actualmente, donde se ve que niños entran a la  adolescencia se unen a bandas de delincuentes, dejando de lado el estudio, esto se debe muchas veces por que en el hogar de una familia no existe el  dialogo que tiene que haber y tratar este tema que es de suma importancia y los padres y representantes deberían dárselo a conocer a sus hijos, para que así tomen conciencia y asistan a charlas para que más adelante tenga un buen futuro en la sociedad.
Sin lugar a dudas, la delincuencia juvenil es uno de los problemas criminológicos que crece cada día más, no solo en nuestro país como ya fue mencionado, sino en el mundo entero, es una de las acciones socialmente negativas que va a lo contrario fijado por la ley  y las buenas costumbres creadas y aceptadas por la sociedad.

Definición de delincuencia

Del latín delinquentia, la delincuencia es la cualidad de delincuente o la acción de delinquir. El delincuente es quien delinque; es decir, quien comete delito (un quebrantamiento de la ley).
La delincuencia, por lo tanto, está vinculada a las personas que violan las leyes y al conjunto de los delitos. Por ejemplo: "En este barrio ya no se puede salir a la calle: la delincuencia domina cada rincón", "El gobierno prometió nuevas medidas para combatir a la delincuencia", "La delincuencia de la clase dirigente es el principal flagelo de este país", "Si no enfrentamos a la delincuencia, no tenemos futuro", "La desigualdad social está vinculada al crecimiento de la delincuencia".
Al implicar conductas antijurídicas (contrarias al derecho), a la delincuencia le corresponde un castigo según lo estipulado por la ley. Esta pena dependerá del tipo de delito cometido.

Utilizado para nombrar al colectivo de delincuentes, el concepto de delincuencia está asociado a un grupo de gente que está afuera del sistema y que debe ser reinsertado en la sociedad. Las penas que se purgan en prisión están orientadas a esa tarea de resocializar a los delincuentes para que puedan volver a formar parte de la sociedad como elementos productivos y no dañinos.

Parámetros Sociales y Culturales

Uno de los aspectos a tener en cuenta, en la aproximación al análisis de las relaciones entre la delincuencia y el miedo es el relativo a la escala de observación. En este sentido, el análisis de la delincuencia era fundamentalmente una cuestión patrimonializada por los Estados, los cuales mantenían el control sobre la  información del sistema de justicia penal, y, a menudo, la opacidad de la información impedía los análisis de los impacto y relaciones del delito en las ciudades.
No es hasta épocas recientes cuando la investigación sobre la delincuencia y el miedo y su incidencia en las ciudades ha entrado a formar parte de las políticas de la gestión urbana; baste decir que no es hasta el año 1986 que el Consejo de Europa organiza la primera sesión de trabajo sobre el rol de las colectividades locales en la prevención de la inseguridad, o incluso deberemos esperar hasta el décimo congreso de  Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Viena durante el mes de abril de 2000, que por primera vez, se concluye: "la necesidad de estudiar los efectos de la delincuencia en las zonas urbanas".


En la actualidad está aceptado que los impacto del delito y la delincuencia tienen, en el medio urbano, su principal teatro de operaciones, y que es en las ciudades donde emergen los principales problemas de seguridad y donde deben ponerse a disposición los recursos de análisis y de respuesta institucional a las disfunciones sociales que generan los nuevos fenómenos que inciden en la seguridad y en su percepción.
Algunos autores proponen que, frente a la presión mediática, tecnológica y económica de la "cultura homogeneizadora" de la globalización, hoy las ciudades son las estructuras organizativas, sociales y políticas que están en mejor situación para hacer frente a las perversiones de esa globalización; su proximidad a los problemas reales de los ciudadanos les permiten estructurar respuestas a partir de su rol histórico de establecer un sentimiento de pertenencia y de identidad basado no en términos étnicos o culturales, sino en términos de cotidianiedad, de normalidad de las relaciones entre diferentes, en definitiva de aceptación de la diferencia como algo normal y hasta provechoso para la comunidad en su conjunto.
Así pues, es en este marco de proximidad a la vida ciudadana donde los análisis, sobre los impactos de la delincuencia en las ciudades, encuentran relevancia y utilidad social; tanto por ser uno de los problemas principales con los que se encuentran las ciudades y su gestión, como por la tendencia de la mayoría de la población mundial a concentrarse en las ciudades. El estudio y análisis de la seguridad, y de las consecuencias de la delincuencia en la vida de las ciudades, es hoy una necesidad para los gobiernos locales, a la que la comunidad científica ha de dar una respuesta incorporando su estudio a la cotidianiedad investigadora.

Formas de Delincuencia

Las formas de la delincuencia son variadas y han ido cambiando en gran medida según los periodos de la historia y los tipos de sociedad. Actualmente se observa un desarrollo general de formas de delincuencia organizada basadas en el modelo de la mafia siciliana o de la camorra napolitana, dedicadas principalmente al tráfico de drogas y de materias nucleares (especialmente en Rusia) facilitado por la evolución de los medios de comunicación.
Los países occidentales tienen actualmente formas comunes de delincuencia, tanto en su frecuencia como en el tipo de infracciones. El término genérico de delincuencia abarca varios tipos básicos de  comportamiento delictivo con criterios combinables: sin pretender ser exhaustivos, puede citarse la delincuencia cotidiana o delincuencia menor, la delincuencia juvenil, la delincuencia por imprudencia, el crimen organizado, la delincuencia económica y financiera, los atentados a personas, que comprenden básicamente los abusos sexuales, los atentados a las  normas y al orden público y, finalmente, el terrorismo. Cada una de estas categorías presenta características propias, aunque a largo plazo se observa un crecimiento de la delincuencia económica y financiera y de la delincuencia cotidiana con atentados a bienes y a personas, generalmente de gravedad limitada.
La Delincuencia Juvenil:
El concepto encuentra su razón de ser en el diferente papel que debe jugar  el Estado  frente a esta clase peculiar de delitos. Así, la comisión de un delito no difiere en la práctica de quien la realice, pero sí hay diferencias en cuanto a la respuesta del Estado. Ante la delincuencia juvenil se entiende que el Estado debe procurar educación, tutela y protección de la juventud, antes que a la mera sanción penal que se aplica a los adultos. En cada legislación varía el concepto de delincuencia juvenil hasta el punto de que en algunos países existe, o así se entiende, cuando los actores de los delitos tienen entre 17 y 21 años, y en otros cuando se encuentran entre los 7 y los 17 (lo cual es tanto como distinguir entre delitos realizados por jóvenes o por adolescentes). No se han elaborado estadísticas fiables que permitan asegurar en qué clase social tiene más incidencia el problema de la delincuencia juvenil, porque tienen distinta trascendencia social e incluso penal los delitos cometidos por jóvenes de clase baja que los de la clase alta o acomodada. En cambio, sí se ha estudiado la composición por sexos de la delincuencia juvenil, llegándose a la conclusión de que hay tres o cuatro veces más muchachos que muchachas delincuentes. Asimismo el estudio de las pandillas de jóvenes que cometen delitos ha revelado que la mayoría de las bandas se compone sólo por varones, alguna vez se trata de pandillas mixtas y resulta muy extraño el caso de  grupos con estas características formado en exclusiva por chicas.

EL CONCEPTO DE SÍNDROME DE RIESGO

EL CONCEPTO DE SÍNDROMES DE RIESGO



Se ha observado que estos 4 grupos de comportamientos de riesgo no parecen ser problemas  aislados, sino que tienden a manifestarse en conjunto.
Por ello, hoy se considera más correcto hablar de síndrome de riesgo que de comportamientos de riesgo puntuales.
Ello también se debe a que hay gran similitud entre los factores asociados a los 4 grupos antes nombrados.

En otras palabras, muchas veces los mismos factores de riesgo influyen en el desarrollo de múltiples comportamientos problemáticos. 


Los factores de riesgo son situaciones o características que disminuyen la probabilidad de lograr un desarrollo pleno, mientras que el término “conducta de riesgo” se refiere al resultado sobre el  comportamiento que tienen dichos factores
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Los diversos comportamientos de riesgo pueden  ser clasificados en 4 grandes grupos:
a) Abuso de alcohol y drogas.

b) Relaciones sexuales no protegidas.
c) Bajo rendimiento, fracaso o deserción escolar.
d) Delincuencia, crimen o violencia.
A continuación se desarrollarán someramente estos  cuatro tipos de comportamiento de riesgo. Más adelante se tratarán en mayor detalle los factores de riesgo asociados a la generación del comportamiento  delictivo juvenil.





a) Uso y abuso de alcohol y drogas
Durante la adolescencia se suele experimentar con una gran variedad de drogas legales, ilegales o controladas. El consumo de drogas se asocia a una amplia gama de variables individuales y contextuales de riesgo. La investigación ha asociado esto con antecedentes como problemas de  adaptación a la escuela, una pobre relación con los padres y el consumo de drogas de los padres o de los pares, entre otros.
Entre los factores que protegen contra el consumo de drogas se cuentan los controles personales tales  como creencias religiosas o buen auto-concepto, y controles sociales como el apoyo social y estilos  parentales adecuados.
b) Relaciones sexuales no protegidas o precoces
El que los jóvenes tengan relaciones sexuales precoces o riesgosas se asocia a variables cognitivas tales como actitudes poco claras hacia la maternidad adolescente, actitudes de rechazo hacia normas sociales convencionales y estrés emocional. También se han asociado a ellas variables biológicas, como vivir una pubertad temprana, y de comportamiento, como el oposicionismo y los trastornos de conducta.
Ciertas características familiares como la baja preocupación y una estructura familiar autoritaria  han sido asociadas con este comportamiento de  riesgo.
c) Bajo rendimiento, fracaso y deserción escolar
Actualmente se considera que la permanencia escolar es el factor que más influye en el mejoramiento de las posibilidades futuras de inserción social y desarrollo personal pleno. La deserción escolar se ve influida por factores de riesgo como pobreza, bajo apoyo social para el aprendizaje, dificultades cognitivas, falta de motivación, necesidad de aprobación por parte de pares con problemas, estilos parentales inadecuados, y, finalmente, características de la malla curricular y una estructura poco atractiva de clases.
d) Delincuencia, crimen y violencia
De todos los problemas en los que se pueden ver envueltos los jóvenes, uno de los que concita mayor preocupación y temor por parte de la opinión pública es la delincuencia y la violencia.
Se han estudiado un sinnúmero de variables de riesgo que anteceden al desarrollo del comportamiento delictivo como factores sociales, familiares, las influencias de los pares, y ciertas  características cognitivas.



En general, la prevalencia de comportamientos de riesgo antes descritos tiende a ser más frecuente en los jóvenes que en la población general. Ello debido a que durante la adolescencia, más que en cualquier otra etapa de la vida, las personas exploran y experimentan diversos comportamientos. Por ello, es esperable que se presenten los Factores de riesgo y delincuencia juvenil.
En este sentido es importante poder distinguir aquellas conductas de riesgo de carácter experimental, que se manifiestan como parte del  desarrollo y que cesan con el tiempo, de aquellas que persisten y se pueden volver problemáticas.
Algunos indicadores que permiten distinguir conductas de riesgo potencialmente persistentes de otras pasajeras son:
¸ Comienzo temprano de los comportamientos de riesgo
¸ Curso persistente de los comportamientos de riesgo (en vez de esporádico)
¸ Ocurrencia simultánea de otros factores y comportamiento de riesgo



sábado, 8 de agosto de 2015

EL CONCEPTO DE FACTORES DE RIESGO


 EL CONCEPTO DE FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo son variables que pueden afectar negativamente el desarrollo de las personas. En términos más específicos, cuando se habla de factores de riesgo se hace referencia a la presencia de situaciones contextuales o personales que, al estar presentes, incrementan la probabilidad de desarrollar problemas emocionales, conductuales o de salud.
Estos problemas promueven la ocurrencia de desajustes adaptativos que dificultarían el logro del desarrollo esperado para el joven en cuanto a su transición de niño a adulto responsable y capaz de contribuir y participar activamente en la sociedad






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El desarrollo de los individuos no se da en forma aislada, ya que viven y se relacionan con una compleja red de sistemas interconectados, como la escuela, la familia, los grupos de pares y otras instituciones o situaciones que influyen en forma directa o indirecta en el desarrollo de las personas, y cuyas características pueden convertirse tanto en factores protectores (ver más adelante) como de riesgo. Es así como actualmente se considera la situación de “estar en riesgo psicosocial” como un estado complejo, que es definido por la intervención de múltiples situaciones.
Los factores de riesgo pueden ser clasificados en 6 ámbitos de procedencia, de acuerdo a un continuo que va desde el nivel individual hasta el nivel sociocultural
. A continuación se enumeran estos ámbitos, proporcionando en cada caso algunos ejemplos.
 La exposición a diversos factores de riesgo dificulta el cumplimiento de “tareas de desarrollo” esperadas para los jóvenes, tales como el desarrollo del control de impulsos, el desarrollo del pensamiento abstracto formal y el aprendizaje de ciertas destrezas físicas, entre otros.



a) Factores individuales: bajo coeficiente intelectual, pobre capacidad de resolución de conflictos, actitudes y valores favorables hacia conductas de riesgo (concepto explicado), hiperactividad, temperamento difícil en  la infancia.
b) Factores familiares: baja cohesión familiar, tener padres con enfermedad mental, estilos parentales coercitivos, ambivalentes o permisivos.
c) Factores ligados al grupo de pares: pertenencia a grupos de pares involucrados en actividades  riesgosas (comportamiento delictivo, consumo de drogas, por ejemplo).
d) Factores escolares: bajo apoyo del profesor, alienación escolar, violencia escolar)    Factores sociales o comunitarios: bajo apoyo comunitario, estigmatización y exclusión de actividades comunitarias.
f) Factores socioeconómicos y culturales: vivir en  condición de pobreza. Como se puede apreciar, la multiplicidad de orígenes de los factores de riesgo contribuye a la complejidad del estudio de la génesis y mantención de determinados comportamientos problemáticos. Antiguamente, se pensaba que ciertos factores podían tener una influencia causal directa sobre el desarrollo de algunos problemas, sin embargo, al avanzar la investigación se ha ido descubriendo que los factores coexisten, interactúan y son mediados por una gran variedad de otras variables que intervienen en la cadena causal del desarrollo de los comportamientos problemáticos. De este modo, características individuales pueden interactuar con características contextuales. Por ejemplo, el hecho de que un niño presente hiperactividad no implica que éste iniciará una inminente carrera delictiva. Los niños impulsivos generalmente evocan rechazo en las personas que los rodean (padres, profesores, etc.), quienes tienden a distanciarse del niño o actuar de modo coercitivo con él. Este tipo de interacciones son un antecedente que determina una larga historia de desajustes conductuales que, a su vez, contribuyen a agudizar el cuadro
. En el ejemplo anterior se ilustra cómo estos factores, además, pueden presentar efectos interactivos que se refuerzan mutuamente.
Los factores de riesgo pueden influir de modo directo o indirecto en el desarrollo de conductas problemáticas. Del mismo modo, pueden actuar de modo próximo o distante en el tiempo. Por ejemplo, los factores de riesgo con una ocurrencia próxima en el tiempo pueden tener una incidencia directa sobre el  desarrollo de problemas conductuales. Asimismo, los factores de riesgo que operan de modo distante en el  tiempo pueden echar a andar mecanismos que exponen a las personas a otros factores de riesgo que tienen una  acción más directa. Por ejemplo, el hecho de que una familia viva hacinada puede llevar a que un joven prefiera pasar mucho tiempo en la calle, conducta que  lo expone a otros riesgos asociados a la vida en la calle.


 El concepto de conductas de riesgo
Los factores de riesgo son situaciones o características que disminuyen la probabilidad de lograr un desarrollo pleno, mientras que el término “conducta de riesgo” se refiere al resultado sobre el  comportamiento que tienen dichos factores


.
Los diversos comportamientos de riesgo pueden  ser clasificados en 4 grandes grupos:
a) Abuso de alcohol y drogas.

b) Relaciones sexuales no protegidas.
c) Bajo rendimiento, fracaso o deserción escolar.
d) Delincuencia, crimen o violencia.
A continuación se desarrollarán someramente estos  cuatro tipos de comportamiento de riesgo. Más adelante se tratarán en mayor detalle los factores de riesgo asociados a la generación del comportamiento  delictivo juvenil.
a) Uso y abuso de alcohol y drogas



Durante la adolescencia se suele experimentar con una gran variedad de drogas legales, ilegales o controladas. El consumo de drogas se asocia a una amplia gama de variables individuales y contextuales de riesgo. La investigación ha asociado esto con antecedentes como problemas de  adaptación a la escuela, una pobre relación con los padres y el consumo de drogas de los padres o de los pares, entre otros.
Entre los factores que protegen contra el consumo de drogas se cuentan los controles personales tales  como creencias religiosas o buen auto-concepto, y controles sociales como el apoyo social y estilos  parentales adecuados.
b) Relaciones sexuales no protegidas o precoces

El que los jóvenes tengan relaciones sexuales precoces o riesgosas se asocia a variables cognitivas tales como actitudes poco claras hacia la maternidad adolescente, actitudes de rechazo hacia normas sociales convencionales y estrés emocional. También se han asociado a ellas variables biológicas, como vivir una pubertad temprana, y de comportamiento, como el oposicionismo y los trastornos de conducta.
Ciertas características familiares como la baja preocupación y una estructura familiar autoritaria  han sido asociadas con este comportamiento de  riesgo.
c) Bajo rendimiento, fracaso y deserción escolar

Actualmente se considera que la permanencia escolar es el factor que más influye en el mejoramiento de las posibilidades futuras de inserción social y desarrollo personal pleno. La deserción escolar se ve influida por factores de riesgo como pobreza, bajo apoyo social para el aprendizaje, dificultades cognitivas, falta de motivación, necesidad de aprobación por parte de pares con problemas, estilos parentales inadecuados, y, finalmente, características de la malla curricular y una estructura poco atractiva de clases.


d) Delincuencia, crimen y violencia
De todos los problemas en los que se pueden ver envueltos los jóvenes, uno de los que concita mayor preocupación y temor por parte de la opinión pública es la delincuencia y la violencia.
Se han estudiado un sinnúmero de variables de riesgo que anteceden al desarrollo del comportamiento delictivo como factores sociales, familiares, las influencias de los pares, y ciertas  características cognitivas.
En general, la prevalencia de comportamientos de riesgo antes descritos tiende a ser más frecuente en los jóvenes que en la población general. Ello debido a que durante la adolescencia, más que en cualquier otra etapa de la vida, las personas exploran y experimentan diversos comportamientos. Por ello, es esperable que se presenten los Factores de riesgo y delincuencia juvenil.
En este sentido es importante poder distinguir aquellas conductas de riesgo de carácter experimental, que se manifiestan como parte del  desarrollo y que cesan con el tiempo, de aquellas que persisten y se pueden volver problemáticas.
Algunos indicadores que permiten distinguir conductas de riesgo potencialmente persistentes de otras pasajeras son:
¸ Comienzo temprano de los comportamientos de riesgo
¸ Curso persistente de los comportamientos de riesgo (en vez de esporádico)
¸ Ocurrencia simultánea de otros factores y comportamiento de riesgo



FACTORES QUE INCIDEN EN EL FENÓMENO DELINCUENCIAL


La preocupación por entender y elaborar políticas públicas de prevención de la delincuencia ha cobrado gran relevancia en numerosos países del mundo. Una de las variantes más preocupantes del comportamiento delictivo es aquel protagonizado por jóvenes y menores de edad, ya que puede acarrear consecuencias futuras negativas, tanto para ellos como para su entorno. En Panamá se ha podido observar un aumento progresivo en las aprehensiones de menores de 18 años  por participación en actividades delictivas.( Se les considera menores infractores)  Pese a que nuestra legislación de menores establece que de doce(12)  a catorce (14)  años estos son inimputables y que de quince(15) a dieciocho (18) años se les sanciona con medidas curativas.

Es   importante diferenciar dos formas de desarrollo del comportamiento delictivo juvenil
A: la forma esporádica y la forma persistente. El tipo esporádico se asocia más a la experimentación de roles relacionadas al período adolescente, y puede prevenirse con intervenciones sencillas que disminuyan las oportunidades de cometer delitos, como el buen uso del tiempo libre y otras estrategias específicas o generales de prevención. En la mayoría de los casos esta tendencia desaparece con la edad. No obstante, existen otras manifestaciones de la delincuencia juvenil, que son aquellas más persistentes y que se asocian a la presencia de múltiples factores de  riesgo. Es a este segundo tipo al cual debieran preferentemente dirigirse las acciones de prevención.
Frente a dicha constatación, surge la interrogante sobre cómo articular y operacionalizar esfuerzos preventivos y de reducción de las consecuencias asociadas a este tipo de comportamiento de riesgo infanto-juvenil. En este sentido, la investigación internacional indica la existencia de factores de riesgo que se asocian al desarrollo del comportamiento delictivo en jóvenes (y en la población en general), y que en algunos casos permiten construir perfiles de riesgo que orienten la focalización de políticas preventivas.



1 Cómo prevenir comportamientos delictivos ha sido materia de gran debate, ya que los factores asociados son usualmente complejos. La investigación nacional e internacional indica que el desarrollo del comportamiento delictivo puede entenderse como producto del interjuego de numerosas variables sociales, familiares o individuales.
El presente documento realiza una revisión bibliográfica de la literatura nacional e intencional en  materia de factores de riesgo y delincuencia juvenil, para aportar a mejorar la calidad de la discusión acerca del desarrollo de una política pública de prevención primaria y secundaria.
 En primer lugar, se revisa la investigación en factores de riesgo asociados al desarrollo del comportamiento delictivo en la literatura internacional desde la perspectiva del desarrollo psicosocial, y cómo éste se relaciona con otros comportamientos de riesgo que se manifiestan preferentemente en la etapa juvenil o adolescente.




En la segunda parte, se exponen los antecedentes nacionales respecto de los factores de riesgo asociados al desarrollo del comportamiento delictivo juvenil. Finalmente, se plantean algunas preguntas que se debieran responder en la investigación nacional para permitir el desarrollo de políticas de prevención de la delincuencia juvenil efectiva y focalizada.
 La perspectiva de riesgo psicosocial
1)      La vulnerabilidad juvenil entendida desde la perspectiva del riesgo psicosocial;  La perspectiva del riesgo psicosocial posibilita analizar tanto las características del entorno inmediato o distante como las características personales que aumentan la probabilidad de que los jóvenes manifiesten dificultades en su desarrollo. También permite estudiar el modo en que diversas variables, (entre ellas la influencia de los pares, las características de la familia, la comunidad y la cultura) interactúan con vulnerabilidades individuales (por ejemplo las características cognitivas, temperamentales), sensibilizando a las personas ante ciertos riesgos



Debido a ello, este enfoque enfatiza la necesidad de analizar la forma en que diversos factores de riesgo interactúan en la generación de fenómenos como la delincuencia protagonizada por jóvenes. Este enfoque, además de poner en perspectiva la influencia conjunta de variables macrosociales e individuales, rescata las capacidades de muchos jóvenes que, pese a las adversidades que enfrentan, logran desarrollar trayectorias de vida que no manifiestan este tipo de problemas.
Es muy importante ser precavido en la materia, ya que conocer los factores de riesgo a los que se ve expuesto un niño o joven no produce certeza total de que se vaya a alterar el desarrollo  esperado del joven; más bien ayuda a estimar la probabilidad de que esto ocurra. Considerar una probabilidad como una certeza en materias de prevención social es un grave error, ya que se sabe que un niño o joven puede coexistir con  todos los factores de riesgo posibles, y, sin embargo, no externalizar comportamientos de riesgo.